CARTA DE RAUL PEREZ TORRES A MIGUEL DONOSO PAREJA

 

 






DIARIO HOY.

Quito, Ecuador, 20 de Octubre de 1991.

 

Carta a Miguel Donoso Pareja.

Por Raùl Pèrez Torres.

 

Miguel:

 

Por principio, nunca, en toda mi vida de escritor he contestado ningúna crítica que se haya vertido sobre

mi obra pero en esta vez quisiera cuatro palabras porque considero que existe una aberración de tu parte

que realmente no está dentro de los códigos de la crítica, sino de los secretos vericuetos de la psicología.

 

Desde hace algún tiempo, en todos los encuentros, mesas redondas, conferencias, congresos etc,

en los que tù has participado, he leído o me han comentado  acerca de tu actitud tan violentamente

negativa  con respecto a mi obra literaria. Muchas veces he pensado que podría tratarse de aquella

grotesca y estrafalaria verborrea que reclama una polémica a como dè lugar, pero acabo de recibir

una revista del Perù, nuestro país hermano, donde acometes con toda la profundidad de que eres capaz,

contra mi obra. Creo que hay una cosa que muchas personas no podrían soportar. Y no la podemos sopor

tar porque nos desgarra, porque nos desenfoca del cuadro de la vida, de su profundidad y belleza, de su so-

lidaridad y su frescura: es la miseria humana.

 

Esta revista, cuyo nombre es CLISGER  y que ya debe estar en tus manos, trae entrevistas a los cuatro escritores

que,  representando al Ecuador, fuimos al Encuentro Internacional de Escritores promovido por CICLA: Alfredo

Pareja, Jorge Enrique Adoum, Miguel Donoso Pareja y Raùl Pèrez Torres. Ninguno de ellos, obviamente, exceptuándote a ti, ha expresado algún punto de vista sobre un escritor ecuatoriano, de una manera tan burda y enconada. Yo, al menos, jamás he vertido un concepto sobre tu obra porque siempre me ha resultado muy difícil pasar de las primeras páginas. Lo que no invalida para nada tu propuesta.

 

Abusando de la apertura que concede este Seminario a los entredichos de la literatura, me voy a permitir glosar tus puntos de vista con respecto a mi obra. En una pregunta que dice: “Por los años 70 surgen escritores con nuevas ideas…” tù dices, en lo que se refiere a mi: “Raùl Pèrez Torres, que me parece muy malo, muy mediocre, lo digo con franqueza, yo no tengo pelos en la lengua y no miento, por eso tengo hartos enemigos en el país”.  En otra pregunta formulada de la siguiente manera: “¿Porquè se muestra muy crítico de la obra de Raùl Pèrez Torres, quien precisamente con ud, conforma la delegación que nos visita” tù respondes: “Porque es una literatura que en gran medida es hecha con mucho chantaje sentimentaloide, con un lenguaje como de pasillo y yo creo que eso no conduce a nada. Una literatura, por otra parte, de cierto oportunismo: yo no leería viniendo al Perù un poema para Vallejo, ni me pondría a hacer ataques a Vargas Llosa aquí. Vendrìa con mi  obra simple y llanamente a ver que pasa y a confrontarla con la gente. Pero no hacer chantaje sentimental, aparece poco serio y oportunista, es decir, la idea del efecto inmediato: aquí estoy yo y vengo a decir mi palabra sobre Vargas Llosa. La palabra sobre Vargas Llosa la están

diciendo los peruanos que están metidos en este problema y la dicen muy bien y la pelean muy bien. Cuando a mi me han preguntado los peruanos què  digo sobre Vargas Llosa digo lo que contesto siempre: el escritor como un carpintero, como un  zapatero, como un médico, tiene derecho a una postura política y Vargas Llosa tiene su postura política que es coherente con su vida, al margen que sea de izquierda, de derecha o de centro, lo único que siento es que èl tiene derecho a decir lo que le de la gana, lo que le nazca, lo que èl piensa; el hecho de que yo esté de acuerdo o no con èl eso no tiene importancia, eso se resuelve en el contexto en que se está dando. Yo no considero que un escritor venga acà a decir cosas para beneficio personal, porque lo único que está buscando  es el aplauso de un público que sabe que lo va a aplaudir en ese momento”.

 

Dices también que mi literatura “tiene un lenguaje como de pasillo”. ¿Què tienes tù contra ese lenguaje si fuiste capaz de escribir ese grotesco guiòn que deforma la vida y la imagen de nuestro cantante popular, Julio Jaramillo?

 

El poema a Cèsar Vallejo lo dije porque para mi es uno de los màs altos poetas de nuestra Amèrica y porque estaba publicado un año antes en la revista Letras del Ecuador, que llevè para ese encuentro.

 

En lo que respecta a Vargas Llosa, yo siempre dirè mis puntos de vista sobre los reaccionarios, sea en su casa o en la mìa.

Que triste que tù pienses que Vargas Llosa tenga todo el derecho del mundo a decir lo que le de la gana y  yo no, y quizás Jorge Enrique Adoum, quien ha manifestado siempre su punto de vista, no solamente en aquellas mesas redondas pùblicas sino también en la entrevista que concede en esas mismas páginas. Seguidamente, en la entrevista, te preguntan:  “sus objeciones se centran màs en lo personal,  pero, en el aspecto literario, ¿ què cosa le refuta?”, a lo que contestas: “En el  aspecto literario porque es una escritura débil y sin imaginación. Falta inclusive el sentido común, por ejemplo, en su última novela que se llama “TEORIA DEL DESENCANTO” hay una escena en donde supuestamente, y esto pasa por escribir de lo que no se sabe y de lo que no se ha vivido, unos revolucionarios van a tomarse una embajada, y entonces los revolucionarios, al ver a los policías dicen “Pare, pare” y salen corriendo. Eso es una estupidez, falta incluso el sentido común, porque a cualquiera se le ocurre que si yo llego en un taxi le digo al taxista “siga, siga”, ¿no? Y no me voy a bajar  para que me capturen, se necesita ser un huevòn también y de eso está cargada la novela, entonces eso no es un escritor, ese escritor no existe…”.

 

Finalmente, el entrevistador, sorprendido por la chavacana y burda criticidad, te hace la siguiente pregunta: “Seguramente ahí tenga ud razón, pero parecerìa que hay algo màs que la anècdota a la que se refiere. ¿No estarà ud objetándolo ideológicamente? a lo que respondes: “Yo estoy hablando desde un punto de vista estrictamente literario. Creo que ideológicamente estamos en el mismo campo, en eso no tenemos problemas,  èl está en la izquierda y yo estoy en la izquierda, igual, solamente las cosas yo las veo con otra seriedad, con otro sentido y otra dimensión y eso que dije que es un ejemplo literario. Alguna vez he pensado escribir una especie de antología del disparate de la literatura ecuatoriana, sería simpàtico, solo que me lincharìan en mi país probablemente. Me acuerdo, por ejemplo, de una escena de Aguilera Malta -yo creo que estas cosas hay que sacarlas-  donde hay una pareja de montubios, el montubio hombre le dice a la mujer: “sàcame el pipi y acarìcialo. Estaban en un baile y después le dice: ahora guárdamelo. Entonces, ahora interviene el narrador, `èl se abrió la bragueta y lo guardò. ¡Puta¡ cómo tenía el pipi afuera si la bragueta estaba cerrada! ¡No me jodan! Si hago algún dìa la antología del disparate habrá mucha gente con buenos párrafos, incluido yo, por supuesto, que me autoantologarìa”.

 

Imagìnate, con ese estilo yo no creo que debas escribir una antología del disparate. Tienes que seguir escribiendo nomàs.

 

Por otra parte, no sè realmente què secreta desdicha te obliga a aprenderte de memoria trozos enteros de mi obra, para recitarlos en todos los lugares a los que vas; inclusive tus ponencias (Encuentro de Cuenca, Letras del Ecuador 171, etc) se repiten con idénticas palabras, tal como si quisieras plagiar reiteradamente tus propias ofensas. Yo prefiero consignar aquí dos conceptos sobre tu literatura, que por venir de quienes vienen quizás sea bueno escucharlos:

 

Agustìn Cueva, en CLAVES PARA LA LITERATURA ECUATORIANA DE HOY dice: “…Tampoco me ha convencido ni convence la novelìstica de Miguel Donoso Pareja, por màs aprecio personal que le tenga. Miguel es bueno para escribir cosas sencillas, en relato como en crítica, y malo cuando se complica infructuosamente la vida: uno no es Faulkner o Barthes cuando desea sino cuando posee el background  que ciertos proyectos requieren”.

 

Y Vladimiro Rivas, en su último libro, DESCIFRAMIENTOS  Y COMPLICACIONES  dice: “Miguel Donoso Pareja naufragò en su Intento de hacer nouveou roman en la también atemporal Henry Black (1969) y en sus reiteradas hasta el cansancio Dìa tras Dìa (1976) y Nunca màs el mar.