|
Los motines populares en la colonia
La característica de los pueblos de lo que hoy es el Ecuador ha sido su rebeldía, su inconformidad con el statu quo. En la época colonial, no solamente existieron los dos importantes levantamientos como la Rebelión de las Alcabalas, en los años 1592-1593, y la Rebelión de los Estancos, en 1765, existieron también varios motines que fueron los eslabones para desencadenar los anhelos de libertad.
Entre los años de 1747 y 1748 hubo una serie de acciones que evidenciaban el descontento y la ira de los pobladores de la ciudad de Quito, y de los barrios populares, entre ellos, los de San Roque. Durante el mes de diciembre de 1747, la parroquia de San Roque se constituyó en un distrito casi autónomo. Las multitudes controlaron San Francisco, en esas circunstancias los alguaciles no podían hacer sus frecuentes rondas.
El 31 de diciembre de 1747, Manuel de la Parra, oficial de sastre y vecino de San Roque, fue arrestado por atacar al teniente alguacil mayor de la corte Mateo de la Mata. Los hechos se sucedieron cuando Parra quiso entrar a jugar “volantines” en el patio del Palacio Episcopal, como se acostumbraba entonces. El alguacil impidió el paso del sastre exigiéndole, como no había sucedido antes, que pagase su entrada de acuerdo a una disposición dada por el Presidente de la Real Audiencia. Dicho pedido fue asumido por Parra como un abuso de autoridad por lo que reclamó airadamente, llegando a las manos, luego de lo cual Parra fue conducido a la Real Cárcel de la Corte.
La noticia llegó pronto a San Roque provocando la indignación de los vecinos. Los sanroqueños entendieron que se trataba de una retaliación de las autoridades en contra de aquella vecindad, por expresar su apoyo al visitador franciscano, quien organizó anteriormente una procesión para criticar a las autoridades civiles y eclesiásticas. Molestos los vecinos decidieron rescatar a Manuel de la Parra, para lo cual prepararon un plan minucioso, de acuerdo a un proceder que se volvió una constante en los levantamientos coloniales del siglo XVIII en Quito.
Aprovechando la celebración del 31 de diciembre, los vecinos de San Roque liberaron a Parra ese mismo día. Para ello, planearon y llevaron a cabo un ataque a la prisión que fue muy bien coordinado, ya que lo hicieron coincidir con la ausencia del cancerbero y después que el preso fue visitado tras las rejas por Feliciano Chiquilargo, un artesano dorador.
Las puertas principales de la prisión fueron asaltadas, y como habían sido reforzadas con piedras por los guardianes, se llevó leña para quemarlas. El grupo de rescate, con las caras parcialmente cubiertas con pañuelos, entró en la cárcel con espadas desenfundadas o blandiendo machetes. Los primeros en llegar fueron: Chuquilargo y el carpintero Francisco Marqués; éste último con cincel y mazo rompió la reja interior. Como ello no fue suficiente, hicieron un hueco en la pared por donde sacaron a Parra. Otros testigos señalaron como participantes protagónicos a Manuel Zapata, vendedor de aguardiente, así como a Vasilio y Eusebio fabricantes de sombreros.
Conseguido el rescate la multitud que acompañó se retiró gritando: “Viva el barrio de San Roque, muera el mal gobierno y el teniente Matta, y aquí ya no hay justicia”. Sin embargo, los sucesos no terminaron ahí. Luego del asalto a la cárcel hubo una nueva acción popular, utilizando cohetes o “voladores”, acompañado con el repique de campanas de la iglesia parroquial. De esta manera, fueron convocados también los de San Sebastián para sumarse a la protesta.
La alianza San Roque-San Sebastián empezó a funcionar desde entonces hasta las revueltas de 1765, la Rebelión de los Estancos. Esta vez, el ataque estuvo liderado por el comisario franciscano y el sastre Parra. Los amotinados se tomaron la Plaza de San Francisco, donde se hicieron fuertes, pero después de un enfrentamiento fueron expulsados por las fuerzas del orden que portaban armas de fuego y espadas, lo que provocó la huída de los amotinados por las quebradas. Así culminaba uno de los tantos amotinamientos en la época colonial contra el dominio español.
(Historia de las Luchas Populares Nº 1 del CEDIS)
(“Insumisa Vecindad. Memoria Política del Barrio San Roque” de Manuel Espinosa Apolo)
Tomado de En Marcha.